Domingo 23 de Diciembre.
Salida de pesca a corcho con mi
compañero de profesión Jesús, nada mas salir de casa, note que hacia mucho
viento, pero con todo lo que nos había
costado coincidir un día para ir a pescar no era plan de anular la quedada, así
que procuramos buscar un sitio que con esas condiciones de mar y con el viento
que había nos permitiese estar a gusto.
Nada mas bajar echamos la caña y enseguida hicieron acto de presencia,
Jesús de mostro muy buenas actitudes en este arte, claro esta que lleva muchos
años practicando la pesca, con diferentes modalidades, la pesca fue escasa pero
hicimos todo lo que pudimos ya que el viento en ocasiones no nos permitía ni
sujetar la caña y poco a poco se fue
poniendo el mar como un tiro, aun así no dejamos de pasar una mañana
entretenida y en muy buena compañía, fue
un placer para my pasar la mañana con
Jesús.
A pesar del día que era tan
señalado, mire la mar que iba hacer y
seme paso por la mente escaparme para darle un ratito al spinning, en cuestión
de minutos me llama my compi Ibai y me comenta que estaba pensando en hacer una
salida, y como no necesitamos mucho para animarnos pos decidimos hacer una
escapadita.
Sin ver la mar nos arriesgamos a
bajar a un pedregal que nos gusta, llegamos justo al amanecer justo en el
cambio de marea, al de media hora tuve un clavada de una preciosa lubina, la
clavada me sorprendió un poco, ya que el señuelo se me paro en seco, al
principio pensé que seria una lubina
pero no tiraba en ningún momento y me dije pos será una roca y al poner mas
tenso y tirar hacia mi me pego una buena arrancada y le dije a Ibai es una
lubina, poco a poco la fui trayendo pensando que seria una lubina de menor
tamaño, cuando estaba debajo nuestro no se la veía y dado que en el sitio que nos
encontrábamos era bastante complicado
echarle mano, decidimos intentar meterla a un canal que teníamos detrás nuestro
y con la ayuda de Ibai la pusimos en seco, cuando la vimos nos sorprendió
bastante pues no pensábamos que seria de ese tamaño dio un peso de 4.3 kg. Una
preciosa lubina para comer con la familia. Ibai al de 5 minutos tubo una
clavada de una lubineta que aunque daba la taya decidió soltarla pues ya
estábamos satisfechos.
Aquí mi primo Borja con la lubina, antes de limpiarla