Después de trabajar decidí ir a pesca, mi aita se animo y se vino conmigo. Cuando llegamos vimos que la mar estaba fuerte, pero había que intentarlo. La marea era muy viva y estaba un poco complicado acceder al pesquero.
Despues de un rato corto y con solo una picada, decidimos marcharnos ya que quería enseñarle una puesta fácil de acceder en otra zona.
Hacia mucho viento y la puesta es muy alta, además faltaba poco tiempo para que anocheciese y decidimos intentarlo, con la primera gamba surgió la primera picada y en un ratito sacamos 6 sargos de un porte ya considerados " ya están aquí ".
No hicimos ninguna foto por falta de tiempo.